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Reseña de resultados Mayo 08, 2018

La transición hacia una economía azul en la región del Caribe oriental

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Desde tiempo atrás el Banco Mundial ha apoyado, de manera exitosa, la economía oceánica sostenible, donde la actividad económica está balanceada con ecosistemas costeros y marinos saludables a largo plazo, lo que se define como una economía “azul”. La economía azul, como forma de aliviar los desafíos de la región del Caribe oriental en términos de pobreza y desempleo, ha sido respaldada mediante el establecimiento de mecanismos de financiamiento sostenible y una mayor capacidad para la gestión efectiva y la protección de la base medioambiental necesaria para el crecimiento económico a futuro. El Banco también ha dado su apoyo a iniciativas para el planeamiento territorial costero y marino en todos los países del Caribe oriental, en pos de una mejor toma de decisiones y crecimiento equitativo.

Desafío

Tradicionalmente, los pequeños países insulares de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) han enfrentado serios desafíos para su desarrollo que, junto a un escaso crecimiento, desastres naturales, deuda elevada, gestión no sostenible de los recursos y espacio fiscal limitado, les dificulta maniobrar alrededor de estos problemas. Como resultado, los países de la OECO no han podido reducir sus tasas de pobreza y desempleo de forma correspondiente a sus niveles de ingreso per cápita. Por ejemplo, en 2008 las tasas oficiales de pobreza fueron de 30,2 por ciento en San Vicente y las Granadinas y de 37,7 por ciento en Granada; en 2007 fueron de 21,8 por ciento en San Cristóbal y Nieves y en 2005 de 28,8 por ciento en Santa Lucía. La pobreza se concentra en las áreas rurales y los hogares más propensos a caer en una situación de escasez son los que están a cargo de las mujeres. A pesar de las recientes mejoras en la tasa de desempleo de la región, ésta sigue siendo elevada entre los jóvenes, superando 30 por ciento en la mayoría de los países. Asimismo, los elementos clave de la economía regional para llegar a cerrar este déficit de pobreza y desempleo (p. ej. producción de alimentos marinos, turismo y recreación, navegación, soluciones naturales para amortiguar el impacto de los desastres naturales, etc.) son desvirtuados por prácticas no sostenibles como desarrollos costeros mal planificados y sobreexplotación de recursos marinos. Para combatir estas prácticas no sostenibles, continuar recogiendo los beneficios de una economía oceánica y maximizar retornos para erradicar la pobreza y catalizar el desarrollo sostenible, los países deben centrarse en enfoques de gestión integrada, que sean adaptables y a la vez completamente colaborativos.

Enfoque

Una serie de iniciativas llevadas a cabo en respaldo de esta economía azul sentaron las bases para la gestión sostenible e integrada de los activos costeros y marinos, cruciales para la economía creciente de la región. Estas incluyeron: 1) el establecimiento de mecanismos de financiamiento sostenible, a saber, el Fondo para la biodiversidad del Caribe y los Fondos fiduciarios para áreas nacionales protegidas asociados; 2) la finalización exitosa del Plan general de crecimiento costero en Granada en 2016, quizás el primer ejemplo caribeño en allanar el camino para el diálogo y su multiplicación en todos los países de la OECO. Igualmente incluyeron: 1) Asistencia técnica no financiera para un enfoque programático para la economía azul (Programa de asistencia técnica no financiera para un entorno oceánico regional para el Caribe o CROP NLTA [P153427]) dirigida a mejorar el aprendizaje y las capacidades compartidas y asistir en la conceptualización de estrategias, visiones y acciones, así como promover la inversión y la innovación; y 2) el diseño exitoso del primer proyecto de inversión para la economía azul de la OECO en 2017 (Proyecto entorno oceánico regional para el Caribe – CROP [P159653]) orientado a mejorar la asistencia para el desarrollo de planes geográficos costeros y marinos en todos los países de la OECO, así como mejorar capacidades y crear concientización.

Resultados

Impulsado por la demanda de sus clientes, el trabajo del Banco en la economía azul del Caribe arrojó varios resultados concretos:

Salvaguardar la protección de activos costeros y marinos a través de financiamiento sostenible y capacidades reforzadas: se elaboraron planes financieros sostenibles para cada país OECO participante, asimismo, los mecanismos subsiguientes tendientes a generar recursos nuevos y adicionales también fueron adoptados de manera exitosa. El principal resultado de este enfoque fue el establecimiento exitoso del Fondo para la biodiversidad del Caribe (CBF), que entró plenamente en vigor con un directorio, secretaría, un gestor de activos y un programa de trabajo. El CBF alcanzó una dotación de US$32 millones, generando ingresos de inversión por US$2,4 millones, superando ampliamente el objetivo inicial de US$0,25 millones. Como complemento del mecanismo de financiamiento, la red de áreas marinas protegidas para los países de la OECO participantes se fortaleció con varios talleres de capacitación y sensibilización realizados entre 2014 y 2016 sobre el uso de tecnología de drones para gestionar y supervisar las áreas marinas protegidas. Uno de los principales resultados de este trabajo fue el desarrollo de una política nacional de uso de drones para la gestión de áreas protegidas adoptada por el gobierno de Antigua y Barbuda.

Conseguir apoyo generalizado para la economía azul como forma de combatir los déficits de pobreza y desempleo de la región: durante la 38.ª Reunión de Jefes de Gobierno de la Comunidad Caribeña en julio de 2017, el vicepresidente del Banco para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar, hizo una declaración en la que reiteró la importancia del apoyo a la economía azul por parte de la organización y los jefes de gobierno del Caribe. Un informe del BM de 2016, “Hacia una economía azul: una promesa de crecimiento sostenible para el Caribe”, orientó las discusiones, dado que ya existía una plataforma multisectorial para la cooperación en el Caribe, que puso al corriente las nuevas inversiones en la región.

Respaldo para gobiernos de países caribeños en su diálogo, visión, estrategia y soluciones para la economía azul: el instrumento programático regional del Banco (CROP NLTA) y proyectos específicos relacionados (p. ej. CROP – P159653) le permiten a la OECO facilitar el uso de enfoques de gestión integrada adaptables y completamente colaborativos. Orientados por el informe del BM publicado en 2016 y por el innovador trabajo de planeamiento de Granada (ver cuadro más abajo), algunos países individuales de la OECO adoptaron planes territoriales costeros y marinos integrados como herramientas clave para asegurarse que el crecimiento económico se gestione de manera sostenible y que los beneficios sean equitativamente repartidos. Los planes nacionales así elaborados apoyan una visión y estrategia regionales para la administración de los océanos dirigidas a facilitar el respaldo mutuo entre los países insulares de la OECO. Asimismo, se diseñó una estrategia para mejorar capacidades a todo nivel y generar conciencia entre la población general como una forma de asegurar la ejecución apropiada y el respaldo futuro a la planificación territorial resultante.  

Contribución del Grupo del Banco

Tras un compromiso limitado en la región, la alianza del Grupo del Banco Mundial con la OECO resurgió fortalecida en los últimos años; también incrementó su apoyo para ayudar a los países en transición hacia una economía azul. El Banco Mundial proporcionó tres operaciones de inversión, mientras que el próximo “Crédito para políticas de desarrollo para el crecimiento azul en Granada” AF18 también incorpora reformas en la política de economía azul. Junto a la asistencia financiera, el Banco Mundial también brindó asistencia técnica de alta calidad y conocimientos de avanzada, como se describe más arriba.

Socios

Organización asociada:

Socios clave en la región son la Comisión de la OECO y sus Estados miembros, quienes han apoyado las iniciativas a través de contribuciones en especie y financiamiento complementario. De igual manera, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) ha contribuido de manera importante en las iniciativas de economía azul de la región, respaldando proyectos específicos como el CROP, así como actividades de aprendizaje y desarrollo de capacidades. La Comunidad del Caribe o CARICOM también ha sido un gran promotor y socio al momento de respaldar el informe del Banco“Hacia una economía azul: una promesa de crecimiento sostenible para el Caribe”. Otros socios adicionales fueron Virtual Educa, que contribuyó en especie y con financiamiento para actividades de desarrollo de capacidades, en particular aquellas que respaldan la innovación en educación sobre los océanos. Asimismo, The Nature Conservancy es otro socio importante en la región, proporcionando conocimientos técnicos en especie y desarrollando productos analíticos para la conservación de la biodiversidad.

Las asociaciones con proyectos relacionados en la región incluyen, entre otros:

Se constituyó una asociación con el Proyecto grandes ecosistemas marinos en el Caribe (CLME+) financiado por el FMAM e implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El proyecto fue diseñado para mejorar la evaluación del estado de los sistemas ecológicos y el capital natural de la región, así como apoyar las recomendaciones sobre políticas para su conservación. También se crearon nexos con la Iniciativa Desafío Caribeño (CCI) para la conservación y gestión efectiva de al menos 20 por ciento de los ambientes marinos y costeros para el año 2020, junto a mecanismos de financiamiento sostenible constituidos (y relacionados al Fondo para la biodiversidad del Caribe [CBF]), para financiar los costos operativos a largo plazo.

La colaboración transversal y el intercambio de conocimientos también tuvo lugar con el proyecto Red de áreas marinas gestionadas resistentes al clima en el Caribe oriental (ECMMAN), administrado por la Comisión de la OECO en conjunto con The Nature Conservancy, que busca establecer nuevas áreas marinas gestionadas a la par de mejores oportunidades para ganarse la vida en el Caribe oriental.

Hacia adelante

El GBM mantendrá su alianza con la OECO en línea con el Marco para la Estrategia de Alianza Regional AF2015-2019. Además, el enfoque basado en una línea de negocio para la economía azul responde directamente a los dos objetivos principales del Banco de erradicar la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida, trabajando en los objetivos de largo plazo de apoyar la seguridad alimentaria, generar puestos de trabajo para las poblaciones costeras y potenciar la resistencia a la variabilidad climática de aquellos que dependen de los recursos marinos, que están entre los más pobres y vulnerables. El enfoque de economía azul se alinea muy bien a las políticas y prioridades regionales, en particular la Política Oceánica Regional del Caribe Oriental y su plan estratégico, el cual proporciona el marco para una mayor coordinación y gestión de los recursos oceánicos dentro del Caribe Oriental, donde la OECO juega un papel clave en la administración de los océanos regionales.

Beneficiarios

A través del proyecto Financiamiento y gestión sostenibles de los ecosistemas marinos del Caribe oriental (P103470), 375 funcionarios de los Ministerios de Finanzas y Pesca recibieron capacitación cara a cara y seminarios web desde junio de 2015 hasta la finalización del proyecto en diciembre de 2016. De manera más específica, el mayor conocimiento de los administradores de áreas protegidas y otros funcionarios relacionados con las mismas, tuvo un impacto positivo en cuanto al uso de drones utilizados para vigilar la construcción ilegal en llanuras inundables y otras áreas protegidas. Asimismo, resultados de una inspección mostraron que gracias a la capacitación en planeamiento para mejoras en el agua que tuvo lugar en Granada, por ejemplo, las partes involucradas estaban muy interesadas en cooperar y apoyar la protección de áreas marinas protegidas.